Amniocentesis

Y para responder a todos: la amniocentesis no es mala, ni buena. Es un procedimiento médico que cuando está indicado, da una información valiosísima para el control de ese bebé en particular. Es una ayuda para el médico para poder dar información a los padres.

Una de las preguntas a las que me he enfrentado varias veces en los últimos años es ¿me tengo que hacer la amniocentesis?¿no es mala?

Es temida muchas veces por los riesgos que tiene. Por eso siempre hay que poner en una balanza riesgo/beneficio y desde ahí tomar decisiones individualizadas para cada pareja.

Habitualmente la oímos nombrar, en los primeros meses de embarazo, cuando se nos ofrece la posibilidad de diagnosticar alteraciones en los cromosomas del bebé. El médico puede sugerir o aconsejar, pero la pareja debe tomar la decisión. Así que pregunta lo que quieras, las veces que quieras y necesites, no existen las preguntas tontas, aquí está en juego la salud de tu bebé, así que no podéis estar indecisos.

También se puede sugerir en otros momentos del embarazo, cuando se sospecha infecciones del líquido o del bebé. Pero este motivo es menos frecuente felizmente.

El procedimiento consiste en atravesar con una aguja muy fina tu abdomen y llegar al útero para poder obtener una muestra de liquido amniótico. No se utiliza anestesia, porque no molesta mas que un pinchazo para análisis de sangre. Habitualmente se hace con ecografía.

Despues del procedimiento se descansa un poco en la clinica y luego al domicilio a hacer reposo entre 48 – 72 horas (varia entre los centros).

Los signos de alarma que hay que tener en cuenta: fiebre, dolor o irritacion en la zona de puncion, sensacion de perdida de liquido a traves de la vagina

Tras todo estos pasos previos se te aconseja una amniocentesis, que es, atrevesar con una aguja muy finita tu abdomen y llegar al utero sacar una muestra del liquido y mandarla a analizar.

Los análisis habitualmente demoran, esas pocas células que se han sacado se “cultivan” para poder analizarlas mejor y valorar los 23 pares de cromosomas. Recalco que ve cromosomas, que son lo que afecta habitualmente a los embriones que tienen algún fallo en su creación. No se ven genes, no se estudia enfermedades puntuales, a menos que haya antecedentes en la familia que sugieran ese estudio especifico. El mapeo del genoma humano existe, pero de momento no es lo que hacemos. Algún día se llegará.

Pues si, muchas mujeres tienen claro que quieren ser madres. Lo han dicho varias veces y lo tienen clarísimo, el problema es tomar la decisión de cuando realmente ir a por ello, no es tan fácil como parece.

Incluso si tienes pareja estable y es un proyecto común para los dos, el decidirse y dar el paso, suele ser algo que vamos retrasando. Esta claro, que influye mucho los factores económicos, tener un hijo no es barato, y es un tema a pensar. Ademas para criar habitualmente se necesita una tribu, como solemos decir, gente que apoye y aporte a la crianza: abuelos, amigos,hermanos, etc.

Y aun teniendo estos dos factores mas que cubiertos, tampoco es una decisión fácil.

¿Sera que nos asustan los amigos que ya tienen hijos? Los vemos cansados, ojerosos y corriendo a todos lados tras la bendición. Normal que los que no tienen hijos, se asusten solo con verlos. 

Quizás, en el fondo sabemos que vamos a renunciar a la vida que tenemos ya?

En mi consulta he escuchado varias veces que da “pereza” tener familia.

Y lo entiendo, lamentablemente toda la carga familiar cae en la mujer, el embarazo y la lactancia son ya tremendamente extenuantes por si solos, para ademas incluir el cuidado de los otros hijos, del esposo (que según casos, parece otro hijo mas) de los padres, del trabajo fuera de casa y del trabajo dentro de casa. 

Es cierto que las cosas van cambiando, pero lentamente. Quiero creer que la próxima generación, las responsabilidades serán compartidas y las mujeres creceremos sin esa sensación de culpa por no llegar a hacer todo lo que se espera de nosotras.

Ojalá que en un futuro no nos de pereza, porque tendremos apoyo y soporte, y aunque la biología nos permite maternar a nosotras, repartir 50/50 las responsabilidades y la carga mental seria la bomba.

Ya está!, lo que llevabas meses o años buscando y deseando, acaba de ocurrir.

Han salido dos rayitas.

Puedo contar lo que viví en mis carnes. ¡Pánico! ¡estupor! ¡desorientación! ¡congelamiento emocional! en otras palabras shock. No todas tenemos que reaccionar como en las películas, con lágrimas, emoción y unicornios volando.

Las que nos quedamos frozen también existimos, por supuesto también existen las que dudan y no se lo creen, aquella que se hizo tres pruebas por si acaso estaban falladas, mal hechas o simplemente veía mal.

No pasa nada, cualquier reacción es válida. Es tuya y es importante.

No todo es una película de Disney, yo realmente me conmuevo cuando veo esos vídeos en Facebook de como le cuentan a la pareja que están embarazadas con globos, fiesta, regalos, etc. Realmente admiro a esas mujeres el hecho que hayan podido aguantarse.

Yo prácticamente se lo grite a la cara a mi marido en cuanto salí del cuarto de baño, y siempre recordaré su reacción, dudo un segundo y me pregunto: ¿en serio? yo le enseñe la prueba, me abrazo y me beso. Me dijo tranquila, vamos con calma y se fue a trabajar. Todo un océano de paz. Asi es él. Increíble, por eso lo quiero.

Por el contrario yo también me fui a trabajar pero ese día estaba en una realidad alternativa, veía todo, escuchaba todo, pero era raro, me sentía diferente. No eran nauseas, ni síntomas. Solo rara, a partir de ese momento ya no era yo.

Era yo y bichito. Para alucinar.

Estaba leyendo antiguos borradores de post míos, y me he escandalizado con las cosas que había escrito acerca del parto. Me he reconocido como una completa ignorante, aunque había visto y participado en muchísimos más partos de los que puedo recordar.

Pero no hay comparación a vivirlo.

Nadie podrá entender lo que se siente, salvo otra mujer que haya pasado por lo mismo.

Es una experiencia brutal, profunda, desgarradora, maravillosa, dolorosa, conmovedora, excitante, que toca hasta tu ultima fibra, donde vuelves a tu esencia animal y desde ahí vuelves a renacer como una madre.

Lamento profundamente haberme quejado de alguna paciente mía que gritaba mucho, o se revolvía en el piso de dolor. No fui empática, no me puse en su lugar y por eso pido perdón.

Lamento si con alguna paciente no fui lo suficientemente comprensiva por todo el proceso que estaba pasando. Y por eso también pido perdón.

Lamento si no entendí lo que sentía una abuela o un padre en la sala de espera, después de haber visto a mi familia preocupada como vosotros, pido perdón por no haberles avisado antes que todo estaba bien.

Lamento muchas cosas, pero creo que ahora lo haré mejor cada vez.

Como decía mi instructora de Mamayoga Barcelona (Gracias Agata) : para parir tienes que abrirte en canal y dejar salir la leona que llevas dentro.

Y no puedo estar más de acuerdo, no hay otra manera, a algunas mujeres nos cuesta más, o a otras menos, pero todas seguimos un proceso y hay que respetarlo.

Y nuestro deber como personal sanitario es acompañarlas, entenderlas, quererlas y admirarlas.

Ahora que he parido, que me he abierto en canal como mis pacientes, y grite y lloré, como aquellas de las que me quejaba, ahora por fin entiendo mi profesión de otra manera.