Llamando las cosas por su nombre, deberíamos hablar de dispareunia. Pero para que nos entendamos todos mejor, se refiere al dolor con la penetración durante el coito o posterior a el. Es cierto que hay mujeres que experimentan dolor con el orgasmo, pero por ahora me centrare solamente con la penetración.

Lamentablemente es muy común, las estadísticas dicen que aproximadamente entre 45 y 60% de todas las mujeres lo sufriremos en algún momento de la vida, según las series consultadas, aunque se cree que la mayoría no lo comenta, aún así se calcula que alrededor de 20% pueden tener este síntoma crónico.

Puede afectar la calidad de vida, la relación de pareja y la autoestima de la mujer, porque en esta sociedad coitocéntrica el hecho de no poder penetradas les hace sentir menos. Así que tenemos que empezar a hablar de esto y dejar los tabúes atrás.

Es importante diferenciar dos tipos de dispareunia: la externa y la profunda. Esta diferencia nos ayuda mucho en el diagnóstico y tratamiento. La externa se suele describir como ardor, dolor, quemazón cuando inicia el coito e impide el continuar. La profunda, como su nombre lo dice parece que es al final de la vagina, como si hubiera un tope o un punto que cuando toca el pene o vibrador duele.

Las causas de una y otra son diferentes, puede ir desde una infección sencilla que se trata con óvulos hasta un quiste por ejemplo. Pero lo realmente importante es recordar que en la mayoría de las ocasiones tiene solución o al menos manera de controlarlo. Otras veces los motivos pueden ser un poco más complejos como la endometriosis, asi que es mejor saber que ocurre. Otras veces puede requerir intervención de otros especialistas urólogo o fisioterapeuta. Coméntaselo a tu ginecólogo, y si no te hace caso vuelve a insistir, no te calles, el vivir tu sexualidad como te plazca es tu derecho, que la vergüenza no te pare.