Nunca olvidaré tu cara cuando te dije que por fin el test había sido positivo. Nunca olvidare todo el amor que le diste a bichito en la barriga y a mi. Sé que a veces te desquicie, como cuando me puse a llorar en un restaurante porque no tenían pizza de chorizo picante.

Sé que has hecho lo mejor que estaba de tu mano para entenderme, cuando a veces ni yo me entendía. Haz puesto tu mejor voluntad y cariño en leer todo lo que podías acerca de la paternidad y como ejercer mejor tu rol.

Se que no fue fácil acompañarme a todas las ecografías, analíticas y consultas, por el trabajo que ahora te agobiaba mas que nunca. Siempre pensando en el porvenir de tu familia, viendo maneras de como podemos vivir más cómodamente. Procurando siempre de que yo pueda dedicarme íntegramente a nuestro hijo sin tener que preocuparme por nada más. Eso en estas épocas es un lujo que tu has hecho posible.

El día del parto me diste tranquilidad, me ayudaste, me viste sufrir pero nunca dejaste de recordarme que esto era por nuestro hijo y que yo podía hacer todo, me recordaste minuto a minuto que era fuerte y que estabas orgulloso de mí. Nunca te vi dudar. Me confortaste cuando más lo necesitaba, me diste energía y me hiciste sonreír cuando el dolor me traía abajo. La recompensa fue magnifica, verte con él en brazos y tus lágrimas de emoción es algo que siempre quedará grabado en mi memoria.

Sé que aunque estabas preparado, no imaginabas la magnitud de los llantos, del cansancio, de la dependencia, del verle sufrir y no saber que hacer para calmarlo, te he visto luchar contra el sueño con miles de tazas de cafés, para poder avanzar con tu trabajo. Has dejado de lado muchos entrenamientos (que para ti son como el oxígeno) para estar un momento más con nuestro hijo, dejar la vida social de lado porque quieres estar con nosotros. Porque ahora en vez de Netflix, disfrutas de sentarte a jugar con nuestro hijo y leerle cuentos, aunque el te quite el libro y lo muerda.

Siempre estas ahí, sé que haces todo lo que puedes y es maravilloso. Y el resultados son esas sonrisas que nuestro gordito te da todas las mañanas, feliz de verte cuando él se despierta. Las carcajadas de risa cuando le haces “terremoto” o lo levantas hasta el cielo. Eso amor mio, no tiene precio.

No es fácil el camino que escogimos, no es fácil ser padre, tenemos muchos retos en el futuro, pero tu estas demostrando día a día ser un ironman. Feliz primer día del padre!